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La distribuidora de gas natural
En este caso, la distribuidora es la que garantiza el mantenimiento óptimo de la red y, por tanto, la que se encarga de hacer llegar el gas natural hasta tu casa, para que puedas consumir esta energía que habrás tenido que contratar con una comercializadora y que será la que te emita las facturas con lo que consumas.
- Producción o la obtención del gas en los distintos yacimientos
- Aprovisionamiento o garantía del almacenamiento de esta energía
- Distribución o suministro de gas natural a los hogares que lo tengan contratado
Pero, eso no es todo, ya que esta entidad también se encarga del mantenimiento y expansión de la red de gas natural en todo el territorio español, así como de las inspecciones periódicas para confirmar y certificar que todo está en regla en materia de seguridad.
Por todo ello y si quieres disponer de gas natural en tu vivienda, deberás ponerte en contacto con la Distribuidora que opere en tu zona geográfica. Dicha compañía, será la que ayudará a vehiculizar -con un instalador certificado-, la instalación interior de gas natural si así lo requiere.
En caso de que la red de gas natural no llegue a la puerta de tu casa/edificio, la distribuidora se encargará de la canalización exterior para que puedas disfrutar de esta energía. En este caso hay que recordar que la distribuidora de gas viene determinada por la zona en la que se viva. Con el tiempo, esta compañía será también la que haga la lectura del contador para conocer el consumo, además de estar a disposición del cliente en caso de emergencia o necesidad.
La comercializadora de gas natural
Por su parte, la comercializadora es la encargada de venderte y facturarte el gas natural que, como usuario consumirás en tu casa, de modo que la comercializadora te emitirá facturas cada mes o dos meses. Esta empresa, a su vez, es la que paga a la distribuidora una cantidad determinada por hacer uso de su de red de distribución de gas natural.
Una vez que un instalador autorizado ha realizado la instalación de gas natural, es el turno de ponerse en contacto con la comercializadora para solicitar el contrato de suministro, propiamente dicho. En España hay varias comercializadoras, (tanto en el Mercado Regulado como en el Mercado Liberalizado), por lo que podrás escoger aquella comercializadora que más te interese en función de las tarifas domésticas y servicios que te ofrezcan.