Estos aparatos tienen múltiples ventajas, entre ellas que no necesitan instalación. Descubre cómo funciona un aire acondicionado portátil, qué tipos existen y cuál es su eficiencia energética.
Cuando el calor aprieta, contar con un sistema de climatización en casa no se paga con dinero. Pero hay ocasiones en las que no es posible instalar un equipo de aire acondicionado fijo, sea de tipo split, multisplit, por conductos o por aerotermia. Por ejemplo, si la vivienda es de alquiler, es una segunda residencia que visitamos poco o no es posible realizar la instalación. En estos casos, los climatizadores portátiles son la mejor solución: hoy contamos con una oferta amplia y variada que permite contar con aparatos para todas las necesidades, casas y presupuestos. Descubre a continuación cómo funciona un aire acondicionado portátil, cuál es el más adecuado para cada caso y cómo saber qué eficiencia energética ofrecen los equipos.
Tipos de aire acondicionado portátil

- Aire acondicionado con tubo. Son los más simples; cogen aire del interior, lo enfrían y expulsan el aire caliente al exterior por un tubo acoplado al cristal de la ventana.
- Aparatos de doble tubo o doble conducto. Toman aire del exterior por uno de ellos y expulsan el aire caliente por el otro; son mucho más eficientes y rápidos, pero también más costosos y complicados de colocar.
- Aparatos de aire acondicionado sin tubo. También conocidos como “pingüinos”, estos electrodomésticos enfrían el aire mediante la evaporación de agua, o empleando cubos de hielo. No necesitan instalación alguna, por lo que se pueden trasladar de una habitación a otra, incluso a zonas de exterior (como terrazas o balcones). Su mayor desventaja es que hay que rellenar el depósito de agua o hielo frecuentemente.
La segunda clasificación hace referencia a la capacidad calorífica del aparato. Los equipos con bomba de calor también calientan, pudiendo emplearse como refuerzo para el sistema de calefacción (o para calentar la estancia, si no lo hay). Los que no la tienen solo refrigeran.
Y por último, vamos con la potencia: hay equipos de entre 1200 y 2000 , para climatizar espacios de hasta 20 metros cuadrados; de hasta 3000 frigorías (hasta 27 m2), y de más de 3000 frigorías (para más de 30 m2).
¿Cómo funciona un aire acondicionado portátil?

Existen dos métodos distintos de climatización, dependiendo de si el equipo lleva tubo o no lo lleva. Los climatizadores con tubo de salida al exterior funcionan de forma similar a los equipos Split: el compresor interno (el condensador) absorbe el aire a través de una rejilla y lo enfría mediante líquidos o gases refrigerantes, para luego expulsar al exterior el calor absorbido. La diferencia con el aire acondicionado fijo es que estos equipos tienen el compresor en la unidad exterior, mientras que los portátiles lo llevan todo en un solo aparato interior. Un consejo: para que el funcionamiento del equipo sea correcto, es necesario limpiar los filtros de forma regular.
En cuanto al aire acondicionado portátil sin tubo, su funcionamiento es mucho más sencillo. Utilizan un depósito de agua o hielo para refrescar el aire que absorbe el ventilador, y después lo envían al ambiente. No hay necesidad de evacuar el calor sobrante al exterior.
Eficiencia de los aires acondicionados portátiles
En estos tiempos en los que miramos con lupa el consumo de energía, es muy importante elegir sistemas y equipos eficientes que nos ayuden a ahorrar (y a cuidar el medioambiente). En este sentido, la eficiencia energética del aire acondicionado portátil depende de varios factores:
- Tipo de aparato. Los climatizadores portátiles que funcionan con agua o hielo consumen muy poca energía. Son más eficientes que los que llevan compresor, pero no son tan eficaces a la hora de climatizar el ambiente.
- Número de tubos. Los equipos con un solo tubo son menos eficientes que los de doble conducto. Los segundos aprovechan todo el aire frío que generan, mientras que los primeros expulsan parte de él al exterior junto con el caliente, reduciendo la eficiencia del aparato.
- Clase energética. Para saber la eficiencia de un equipo basta con consultar su etiqueta energética. Los de clase A son los mejores: ofrecen un buen rendimiento, con un bajo consumo de energía. ¡Tenlo en cuenta!