Se me pidió realizar un comedor a mi propio gusto con el condicionante de que estuviera separado del salón y tuviera cabida para 10 comensales. Utilicé colores neutros como blanco y negro dándole calidez con los toques de dorado de las lámparas y la alfombra. El resultado es un espacio elegante, sofisticado sin parecer recargado.
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