Esta es una cocina para un cocinero; un cocinero que comparte su oficio y su espacio más cómodo con los suyos en su tiempo libre. Es por este motivo que esta es la historia de la apertura de una cocina que acoge a los invitados y que ahora, abierta al resto del piso, se atreve a robar el protagonismo al resto del espacio.
Se ha concebido como un elemento integrado, decorativo y elegante que, también funcionalmente, cubre todas las necesidades. Por este motivo se ha trabajado mucho a nivel de materiales: restaurando el pavimento original de terrazo, que da carácter al piso y no estorba la visual de conjunto; el gris antracita y el negro refuerzan la atención y restan el carácter antiséptico propio de estas estancias; el roble, natural y de nudos corpulentos, otorgan al volumen de almacenaje un carácter más propio de un mueble de comedor que al de una alacena; y finalmente la luz, técnica, controlada y agradable.
Fotos: Mostassa Estudi
En este artículo
La inclusión de materiales nobles como la madera de roble en el volumen de almacenaje reducen la barrera visual entre el comedor y la cocina.
La isla a una sola altura permiten la concentración en un solo espacio de trabajo reducido pero muy accesible.
El negro permite a la cocina ser elegante sin renunciar a la funcionalidad.
Además de la elegancia del negro y el roble, la baldosa blanca mate de 10x10 hacen el espacio mas acogedor
hace 2 años
Me encanta la isla, cuales son sus medidas?
hace 2 años
Buenas Maria!
Gracias por el comentario, me alegro de que te guste. La isla tiene unas dimensionas de 2,40 de largo x 1,05m.
Saludos!
ALBERT SALVIA dissenyador d'interiors