Se trata de un proyecto y obra de una vivienda aislada de planta baja, que a través de un amplio recibidor con escalera de peldaños al aire de madera, da acceso a un estudio con maravillosas vistas a la puesta de sol, en la finca de olivar trasera.
Vestíbulo
El vestíbulo de entrada y salida a este porche trasero, así como la corredera del salón. Junto a este porche, se ubicará en un futuro la piscina.
Puerta principal
La puerta principal es de madera de iroko y junto con la pérgola que hay sobre ella y el cerramiento del patio delantero del salón, ponen la nota de color en una vivienda realizada en blanco y gris. El patio delantero, ideal para desayunar en invierno o almorzar en verano, tiene un cerramiento que pierde altura cuando se aproxima a la entrada de la vivienda, para terminar en una valla de postes tránslucida.
El recibidor
Sin duda, la zona más emblemática de la vivienda: Frente a la puerta de iroko, una escalera de peldaños al aire de la misma madera. A la derecha, dos peldaños nos conducen a la zona de noche, donde toda la pared frontal es un ropero empotrado lacado en blanco, con mecanismos de "toque" que permiten la ausencia de tiradores, consiguiendo el minimalismo más absoluto. La puerta de la derecha de dicho frontal (frente a los peldaños), es un baño aparentemente oculto en el armario. La puerta acristalada nos conduce a la cocina y a la izquierda (desde donde estamos haciendo la foto), una gran corredera da acceso al salón.
Detalle de las lámparas minimalistas que iluminan la escalera que nos conduce al estudio.
Los vidrios superiores permiten una agradable iluminación natural indirecta, que junto con el suelo de madera, dotan a esta estancia de una gran calidez.
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2 Comentarios
Una casa preciosa, sí señor. Un poquito de césped y plantas en el exterior y quedará estupenda.
Sí a mí también me gusta mucho como ha quedado. materiales muy naturales y sencilla a la vez que sobria. Creo que es la fórmula perfecta siempre.