Se planteó un edificio polivalente, abierto y luminoso, que mira, por un lado, a su interior y, por el otro, al espacio exterior que se destina a patio de recreo en las tres fachadas donde se sitúan los espacios destinados a aulas. Se divide en un sótano y una planta baja. El primero se destinó en parte a las instalaciones complementarias de la Haurreskola, tales como cuartos de instalaciones, almacén y limpieza, quedando libre el resto de la planta que podrá destinarse provisionalmente al uso de garaje – guarda de vehículos. En la planta baja se desarrolla la guardería, que cuenta con dos aulas para niños de 0 a 1 año, y otras dos para niños de 1 a 2 años, junto con las instalaciones complementarias con servicios, cambiadores, zona de sueño y zona de usos múltiples. La presencia de la naturaleza cercana se aprecia integrando en la parcela elementos naturales, arbolado, setos.... El edificio ha de integrarse en su entorno y, a la vez, proteger a los niños. Para ello se planteó el uso de elementos limitadores y vegetación que potenciaran y permitiesen esa doble relación.
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