La parcela se ubica en una zona de viviendas aisladas junto al arroyo de la Realenga que vierte sus aguas al río Fuengirola en el municipio de Mijas, en plena Costa del Sol.
Se trata de un amplio solar con un importante desnivel de 8 metros de altura que desciende desde la calle situada en el lindero Este, por donde tiene su acceso, hasta su encuentro con el arroyo en el lindero Oeste, que proporciona una abundante vegetación de ribera.
La intervención, desde el principio, busca adaptarse al terreno y para ello se divide la parcela en una serie de bancales horizontales mediante muros de contención. La disposición de estos muros, siempre perpendicular a la línea de máxima pendiente del terreno, es consecuencia de un estudio de la topografía de la parcela pensando en la economía de medios y en el menor impacto sobre el terreno.
La casa consta de dos piezas rectangulares orientadas hacia el Sur que se elevan apoyadas sobre los muros que aterrazan la parcela en paratas horizontales. La entrada se produce en descenso, junto al olivo existente en el lindero Norte, pasando por debajo de la pieza más elevada donde se sitúan los dormitorios. En la pieza inferior, emplazada más cerca del arroyo y la vegetación, se ubican las estancias de uso diurno. Bajo esta, junto al arroyo, se dispone la piscina y una amplia zona de esparcimiento.
El espacio interior entre los planos horizontales de suelo y techo es circundado por una pared de cristal que se separa del borde exterior con objeto de evitar el efecto invernadero y proporcionar un fácil mantenimiento desde el pasillo generado. En el perímetro de la vivienda se dispone una serie de correderas ejecutadas con chapa perforada que nos protegen del sol y que junto con la abundante vegetación, los estores y las cortinas interiores nos dan privacidad y nos sirven de filtro entre el exterior y el interior.
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