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En paralelo con un importante trabajo de investigación de soluciones diferenciales, a nivel estético y técnico, tanto en volumetría y materialidad como en iluminación, ha habido un proceso necesario de depuración de las soluciones adoptadas, para unificarlas en un lenguaje común en toda la vivienda.
El volumen superior emerge en blanco, como una extensión del interior al exterior. Ambos volúmenes de la Casa Geoda, inferior y superior, se conectan mediante una doble altura abierta al cielo, protegida por una cubierta ligera, perforada, que tamiza la luz del sol.
Partimos de una vivienda existente, antigua, vestida de piedra amarilla, ventanas, cornisas y capiteles esculpidos en blanco y cubierta de teja esmaltada en marrón brillante.
Desvestimos la vivienda hasta dejar solo la estructura y, sobre ella, construimos una vivienda completamente nueva en volumen, distribución y estética. Redibujamos la planta baja, unificando los volúmenes dispersos en un volumen único, recto, estereotómico, que emerge del suelo circundante con la misma materialidad pesada de microcemento.
El espacio principal de día (salón-comedor-cocina) es la punta de lanza de la estética futurista del proyecto. El techo se pliega tridimensionalmente en formas triangulares, extendiéndose al muro y absorbiendo los pilares interiores, que se trasforman en una chimenea de gas con tres caras (hacia la cocina, hacia el comedor y hacia la terraza) y un mueble con televisor oculto. Los pilares existentes que perimetran este espacio se revisten de acero inoxidable pulido y, al funcionar como espejo, desaparecen y permiten una vista limpia en 180º.
Iluminación para potenciar las sensaciones:
Se trata de un “elemento” muy relevante en el proyecto. La iluminación natural se controla mediante retranqueos y elementos de protección solar, de forma que la luz no impacte directamente sobre los vidrios en las épocas del año y las horas del día críticas, evitando así el sobrecalentamiento. No obstante, se potencian los efectos de luz natural tamizada en varios lucernarios a lo largo de toda la vivienda.
La premisa de un mínimo mantenimiento conlleva unos espacios exteriores muy minerales. El elemento vegetal se incorpora de forma puntual con especies escultóricas y con dos muros vegetales que flanquean la parcela, por petición del cliente. Se concede el uso del agua (no exenta de mantenimiento) como elemento conector y potenciador del espacio exterior.
El proyecto recoge numerosas soluciones de iluminación artificial que modulan distintas sensaciones en las estancias de la Casa Geoda. En el salón-comedor, ciertas aristas del techo y el muro se quiebran para proyectar luz sobre caras alternas de los mismos, creando un efecto de claroscuro, potenciando el volumen. En contraste, la cocina y los baños se iluminan homogéneamente a través de techos tensados retroiluminados. Otras estancias se iluminan con bañadores de superficie y, puntualmente, luz escultórica mediante fibra óptica y líneas de luz. Se ha cuidado que no sea visible ninguna luminaria, excepto los focos empotrados del exterior.
Además de en calidad material, se ha invertido en eficiencia energética: sinónimo de confort, funcionalidad, durabilidad y ahorro a largo plazo. La Casa Geoda se ha diseñado según los exigentes criterios de eficiencia Enerphit (Passivhaus adaptado a rehabilitaciones) incluyendo: un importante aislamiento térmico (principalmente S.A.T.E), carpinterías herméticas de altas prestaciones, sistemas activos y pasivos de protección solar, envolvente hermética y soluciones constructivas para limitar los puentes térmicos (a veces imposibles de eliminar dada la preexistencia de la estructura). Además, el proyecto cuenta con instalaciones domóticas eficientes, entre ellas generación de energía y ventilación de doble flujo con recuperación de calor (para mantener las condiciones óptimas de temperatura, humedad y calidad del aire en el interior de la vivienda con el mínimo gasto energético).