C1. LA CASA TRANSPARENTE. Es de vidrio y está a la sombra. Es el lugar para estar. Se vive participando del paisaje y del mar. Se cocina y se come. Esta casa se prolonga hasta la plataforma de la piscina; también hacia el jardín. La casa se prolonga hasta el mar.
C2. LA CASA MADRIGUERA. Es una casa de servicio. Es de hormigón y pertenece a la Tierra. Está enterrada y, literalmente, es un muro de contención del desnivel.
C3. LA CASA BLANCA. Es de cal, opaca y aérea. Está cerca del cielo: allí sólo se duerme y se sueña.
La CASA GALLARDA es una casa de vacaciones que, previsiblemente, termine convirtiéndose en la vivienda habitual de una pareja joven abierta a cierta vida social exterior. Se trata de una casa de amplias dimensiones en su zona más pública —estar y comedor— y vinculada siempre al exterior: tanto a la parcela aterrazada —donde se plantarán pinos— como a la plataforma de la piscina. Por tanto, se propone una vida de actos sencillos, sin renunciar al placer de lo cotidiano: regar unas plantas, sentarse a leer debajo de un árbol, tumbarse bajo la sombra del porche o zambullirse en el agua bajo la canícula. La Arquitectura mediterránea siempre fue ese bastidor blanco y sencillo —a veces invisible— donde el hombre se entrega a la felicidad casi sin darse cuenta.
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hace 8 años
Qué preciosidad....