La parcela se encuentra a las faldas de Sierra Nevada, en una zona residencial de La Zubia situada a pocos metros de numerosos puntos de partida de varias rutas de senderismo.
Su situación elevada con respecto al resto del área metropolitana de Granada ofrece una panorámica de 180 grados sobre la Vega de Granada. La elevación y la cercanía a la masa boscosa de Cumbres Verdes proporciona un frescor que atenúa las altas temperaturas en verano.
El proyecto quiere fomentar una relación fluida entre los espacios interiores, entre la casa y el patio y entre la casa y el paisaje.
La casa se extiende por el solar en una sola planta potenciando la horizontalidad. Junto a la entrada, desde Calle Gredos, un cuerpo con dos plantas nos invita a entrar a la vivienda con un juego de voladizos.
La situación del patio, en la esquina más elevada sobre el resto de solares, hace que tenga un carácter de mirador sobre el paisaje lejano. Paños de cristal permiten la ganancia solar necesaria para los meses más fríos del año y a la vez, relacionan de manera directa el interior de la vivienda con el patio y con el paisaje. Esta relación se controla mediante porches cubiertos y pérgolas que sirven de transición entre el interior y el exterior.
Los dormitorios se orientan al este permitiendo una luz directa al amanecer. El espacio central de la vivienda es una doble altura en la que los volúmenes de la escalera y de la pasarela dialogan con el monolito revestido de travertino que potencia la dimensión vertical del salón. También en este espacio, un pequeño patio orientado a sur mete la luz y la vegetación en el interior de la casa. En la parte superior un gran óculo enmarca el paisaje.
La cocina cuenta con acceso directo al sótano y a los espacios servidores de la casa. Al final de la parcela se ubica una sala con carácter polivalente que se vincula con la zona de cocina mediante un porche cubierto.
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