En este artículo
A un lado, revestimos el muro medianero con ladrillo de Valentín para crear un plano continuo con textura de arcilla que te acompaña de extremo a extremo de la casa, potenciando su longitud.
Al otro lado, los volúmenes que cierran el pasillo regularizan su forma para mayor comodidad, al tiempo que quiebran el pasillo para eliminar el efecto de tubo y se pintan de blanco liso para contrastar en color y textura con el muro de ladrillo.
Entonces, aparecen en este muro de ladrillo pequeños nichos de almacenamiento excavados en blanco, reflejos del muro opuesto. La cocina se abre para dilatar el espacio. El espacio frente a la ventana se construye como un microclima cómodo y recogido para leer.
Estado previo a la reforma
Estado final