La casa se encuentra al norte de la localidad de Íllora, en un lugar elevado sobre el pueblo, junto al Camino de la Fuente Madrid.
La parcela mantiene su naturaleza agrícola destinada al olivar. Los caminos y recorridos se han acondicionado con superficie de grava y tierra de naturaleza filtrante, de esta manera, no se modifican las escorrentías naturales y se procura un mínimo impacto sobre el medio.
La vivienda se ubica evitando el ángulo recto con el camino y con el recorrido de aproximación, de este modo, mientras nos acercamos a la misma, los volúmenes se muestran en toda su dimensión gracias a una visión siempre en escorzo.
El acceso, situado en una planta bajo rasante, se realiza desde la parte suroeste de la parcela mediante una brecha realizada en la pendiente del terreno.
El proyecto surge desde el estudio de las proporciones adecuadas para una sección que se extrusiona y se pliega creando una zona exterior siempre soleada y abrigada de los vientos dominantes. Estas proporciones, se reflejan en el interior dando acento y carácter a los espacios.
La sala de estar es un espacio sereno que multiplica la sensación de amplitud gracias a su dimensión vertical. En este espacio, los huecos orientados al sur enmarcan las vistas sobre el pueblo y el territorio de vega más lejano. El estudio situado en la planta superior está abierto a la sala de estar y recibe luz mediante un lucernario orientado a norte para evitar el efecto invernadero. El lucernario hace posible una ventilación cruzada que atraviesa toda la vivienda. Los dormitorios reciben la luz de la mañana gracias a su orientación sureste.
La casa se abre al sur y al paisaje mediante huecos que proporcionan una ganancia solar y mantiene su cara norte ciega para evitar la pérdida de energía en invierno. En verano la ubicación de la parcela, próxima a la falda de la Sierra Madrid, proporciona un frescor que se potencia mediante la ventilación natural.
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