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Se trata de una vivienda situada en una fantástica parcela al norte de Madrid. Como el cliente quería que su familia viviese unida, se decidió hacer una casa centralizada, que aprovechase las fabulosos rincones de la parcela, las vistas hacia la sierra, e
La vista desde la calle es expectacular, y muestra el juego de volúmenes que conforman la vivienda.
Una de las peculiaridades de la vivienda es que desde ningún punto se ve igual. Es necesario recorrerla entera para comprender toda su geometría. Al rodearla comprobaremos como desde cada punto vemos una casa diferente.
Los volúmenes de arriba, en rojo son los cuerpos de dormitorios, con las mejores vistas hacia la sierra y el entorno lejano. Abajo las estancias para realizar la vida más en relación con el jardín, como salón, sala de estar, biblioteca, cocina, etc.
Una vivienda centrípeta no podía tener una escalera que no fuese circular. Al subir y bajar por ella se puede ir viendo el interior de los distintos brazos y varias escenas del jardín a través de los huecos especialmente estudiados.
Uno de los brazos de la vivienda no tiene techo y paredes, está pensado para el disfrute del jardín. Se trata de un espacio abierto para barbacoas, fiestas al aire libre, piscina para los niños, etc.
La casa tiene dos piscinas, una al exterior para los meses de verano y otra al interior, en el sótano, conformando un SPA.
El acceso a la vivienda se produce de forma natural al continuar el paseo ascendiendo el camino. Los volúmenes están dispuestos de manera cuidadosa de forma que te abrazan al llegar.