La experiencia del hormigón prefabricado llevado hasta el final: una piel que a su vez es esqueleto mediante un cerramiento estructural de placa de hormigón prefabricado blanco. Una vivienda que desarrolla su programa mediante cuatro volúmenes diferenciados, todo en planta baja.
Mediante llenos y vacíos, la vivienda se maciza de cara al entorno y se vuelca a su espacio interior de parcela.
La elección de elementos pasivos (orientación, sombras, aislamiento y masa) y activos(suelo radiante, caldera de biomasa, recuperador de calor), permiten la máxima optimización y eficiencia energética.
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