Usando las formas, los colores y los materiales hayamos la sensación buscada, logrando espacios con características propias, un espacio de estilo industrial que reivindica la imperfección pero sin olvidar el equilibrio entre funcionalidad y belleza. Ratán, cuero, oro y vegetación son los cuatro pilares fundamentales de este espacio ambientado en un estilo neo-industrial, que se ve reforzado por sus grandes ventanales.
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