El trabajo consistia en cambiar una vieja puerta de aluminio y una ventana. En el caso de la ventana, se trataba de dobles correderas separadas por casi 6 cms. entre si. Para tapar los desperfectos en el azulejo de los laterales sobrevenidas de la anterior instalación de la contraventana corredera se opto por forrar con remates a medida en el mismo color de la carpitería los laterales de azulejo. El resultado aquí:
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