Bodega fundada en el año 1896 por Charles Serres, de origen francés. La bodega inicia su dedicación a los vinos de crianza. Gracias a la experiencia y conocimientos adquiridos en Francia, la bodega compaginó dos artes distintos de elaboración vinícola: el francés y los propios de La Rioja. De Francia tomó la elegancia de sus vinos y de La Rioja, la fuerza, la tradición y el carácter de una tierra excelente para el cultivo de la vid. A día de hoy, la bodega ha obtenido importantes premios, distinciones y medallas en múltiples certámenes.
El proyecto de reforma de la bodega contempla la remodelación integral de las instalaciones, tanto de la fachada, como del interior. Del edificio primitivo, se han conservado los depósitos de hormigón que marca la actual tendencia de utilizarlas para la crianza de los caldos. En el hall de entrada, se ha habilitado un espacio para acoger la tienda, que actuará como punto de encuentro para las visitas guiadas, y desde donde se puede ver toda la nave de barricas, gracias a unas inmensas cristaleras instaladas para tal fin. El restaurante será otro de los puntos neurálgicos de esta bodega centenaria, en el que se podrán realizar catas de vinos.
La acertada elección de materiales naturales tanto para las fachadas como para el interior otorga a la bodega un aire funcional y estético a la vez. En la zona de barricas, se ha aprovechado la estructura metálica original para desarrollar la decoración de techos, obteniendo un resultado asombroso. Con esta remodelación, Carlos Serres se ha convertido en una bodega de vanguardia y adaptada a los nuevos tiempos.
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