En este restaurante encontramos una plaga media con una nidificación en la barra y dos pequeñas en la cocina, los hábitos higiénico-sanitarios eran saludables y no se encontraron fallos o defectos estructurales que favorecieran el vector-plaga, implanto una rutina de almacenaje que incluia una revisión a fondo del producto para descartar así la entrada de especimenes u ovotecas y la retirada de cuantas cajas y envases se pudiera sin perjudicar el producto, junto con estas medidas se aplico el biocida, un gel cebo, y unas trampas de captura. Al cabo de 25 días tras un declive progresivo de la plaga dejan de verse por el local.
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