Se realizó una zanja de 1,5 m junto a la fachada, se colocó una lámina aislante junto a la misma y se rellenó con grava para facilitar el drenaje en profundidad. Por último se cubrió con tierra el último tramo y se realizó un encachado de piedra similar al de pared existente para que el agua fluyera por la misma y no se pudiera encharcar junto a la fachada.
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