En este artículo
Bomba de calor aerotérmica aire-agua del fabricante austriaco iDM modelo i-Pump A 3-13, cuyo comportamiento responde perfectamente a las necesidades climáticas de la zona, ya que mantiene muy buenos rendimientos a muy bajas temperaturas.
Acumulador de ACS
La bomba de calor integra un acumulador de 190 litros de acero inoxidable para el agua caliente sanitaria (ACS)
Depósito de inercia para calefacción y frío
Para la inercia de calefacción/frío instalamos un acumulador de 300 litros marca Enertres modelo DPI-200F.
Aunque no sería estrictamente necesario colocar un acumulador de inercia en esta instalación, ya que la bomba de calor dispone de un compresor inverter, decidimos introducirlo para aprovechar térmicamente los excedentes fotovoltaicos.
Y es que la bomba de calor cuenta con un sistema de regulación, que dispone de función fotovoltaica. Esto permite aprovechar los excedentes fotovoltaicos y acumularlos de forma térmica en el depósito de inercia tanto durante el verano como durante el invierno. Si el excedente se produce en invierno, se acumula en forma de agua caliente para calefacción; mientras que si se produce en verano, se acumula en forma de agua fría para refrigeración.
Regulación y control
Para el control de la instalación instalamos sensores de humedad y temperatura en varias zonas de la vivienda. El control Navigator Pro, integrado en el equipo iDM, nos permite controlar cada una de estas zonas de manera independiente. Además, la instalación también se puede regular en remoto y de manera gratuita a través de la app que facilita el fabricante.
La instalación se completó con un kit fotovoltaico de 2,16 kw de potencia pico (8 paneles x 270W) con un inversor Fronius Primo 2.5. Este inversor dispone de un protocolo de comunicación desarrollado conjuntamente con iDM para la integración de ambos sistemas: climatización y producción fotovoltaica. De esta manera, garantizamos una perfecta armonía entre la bomba de calor y la instalación fotovoltaica.
El potencial de producción fotovoltaica se estimó en torno a 3.500 kWh al año, ya que la vivienda dispone de una cubierta plana que permite instalar los paneles con una orientación e inclinación óptima.