8 errores que harán que tu casa parezca desordenada

Como ya te hemos comentado en otras ocasiones, la entrada es la carta de presentación de tu hogar y es lo que causa la primera impresión. Si la parte de afuera está descuidada y la entrada no luce, el interior se verá influenciado por esa sensación. El recibidor es un espacio muy útil para soltar todo lo que cargamos al entrar en casa, pero esto a la vez, puede convertirse en un arma de doble filo: que acabe siendo un trastero/armario/zapatero desordenado. Mantener el orden es importante para tener una sensación agradable. El recibidor debe tener sistemas básicos de almacenaje (un colgador, un pequeño zapatero, una consola…) pero no convertirse en un trastero caótico. En el recibidor, ¡lo mínimo es indispensable!

Si te gustan los adornos o te encariñaste con más de algún objeto de decoración, tendrás que elegir. Está bien enseñarlos en tu salón, pero no se ve bien agruparlos todos en un mismo espacio. Esto hará que tu casa se vea desordenada y nada atractiva. Puedes optar por seleccionar algunos adornos que estén acorde con el estilo de tu vivienda e ir rotando los objetos. Por eso, a no ser que te guste la decoración ecléctica, lo mejor es que te dejes llevar por la máxima de “menos es más”.

Una cocina abarrotada de elementos, botes, frascos, decoración, cajas de galletas por doquier… ¡Qué agobio! La absurda idea de tenerlo todo al alcance de la mano, o el mal gesto de no volver a guardar las cosas donde estaban, está haciendo que tu cocina se vea muchísimo más desordenada y sucia. Nada mejor que tener zonas despejadas y libres a la vista. La puerta de la nevera es una superficie tan grande que si está despejada todo parecerá más limpio. 

Ya sabemos que el desorden llama al desorden. Ni se te puede ocurra tener un armario sin puertas si no eres ordenado. Procura mantener tu desorden a raya y organizar con paciencia tu armario. Si una estancia tiene trastos por medio es fácil que seamos más indulgentes y vayamos dejando más, "si total, ¿qué más da?". Coloca una gran cesta o caja con tapa en tu habitación en la que meter todos los objetos que estorben y parecerá que todo está recogido. 

Seguro que tienes al menos una mesa que se llena de cartas por abrir, bolsos, papeles... Es solo una mesa, pero hace que todo se vea desordenado y que te agobies con tantas cosas por recoger a la vista. Las mesas de trabajo suelen ser imán de papeles, bolis, libretas... Si no tienes cajones, las cajas son un gran aliado para evitar que se instale el desorden en tu rincón de trabajo y además de guardianas del orden son decorativas. Otros elementos que pueden hacer que tu zona de trabajo se vea sucia y desordenada son los cables: mejor mantenerlos escondidos. 

Demasiada luz. No te digo que apagues la luz (aunque sin luz no se vería el desastre) sino que, demasiada luz artificial, sobre todo si esta es muy brillante, a veces, hace notar más las imperfecciones. Lo ideal es que apuestes por luces cálidas y las sitúes de forma estratégica. Intenta invertir en luces que ayuden a mantener el espacio más acogedor. ¡Haz que la luz natural inunde tu hogar!