Últimamente todo dura muy poco. ¿Qué fue de aquellas lavadoras que duraban 20 años? ¿O de los televisores "con cajón" que no se estropeaban nunca (para tener la excusa de cambiarlos por los modelos planos)? Ahora todo se gasta pronto, o se programa con el fin de que su vida útil sea muy corta. Vivimos tristemente en una rueda de consumo desmesurado, difícil de romper. La buena noticia es que fijándonos bien a la hora de comprar las cosas que nos hacen falta, hay elementos que pueden disfrutar de la etiqueta: "para toda la vida". Sigue esta guía infalible para renovarlos, y disfruta de esas cosas que te gustan muchos años.
1. Un sofá que heredarán tus hijos
Más que un simple asiento, el sofá es el rey del salón. Zona de siesta, rincón de lectura, la mejor butaca de cine, y silla oficial para las visitas. Un mueble con tanto uso es fácil que se deteriore pronto: hay que elegir bien, para no gastar el dinero dos veces. ¿En qué hay que fijarse? En que su estructura sea muy sólida (madera maciza, acero o aluminio), en que los cojines se aguanten con muelles o un sistema de cinchas que lo hagan muy resistente (mínimo 5 por asiento), y en que las patas sean parte (y no un añadido) de la estructura. Fíjate también en el relleno (viscoelástica, muelles o espuma de poliuretano) y en la tela: a mayor transpirabilidad, más confort y resistencia. De chenilla, piel (los Chesterfield o "Chester", aparecen en más de un testamento), algodón o tejidos técnicos. Huye de los más sensibles a las manchas y los difíciles de limpiar. Siguiendo estos consejos, tendrás un buen sofá al que dentro de muchos años le puedes cambiar la tapicería (por estética), o el relleno (por comodidad). Lo más importante es que no pierda ese extra de confort, que lo convierte en objeto de deseo de toda la familia.
2. Eterno mármol
Mármol de Carrara, Travertino, Veteado, Macael, Ibiza... Ya sea en pavimentos o revestimientos, encimeras de cocina o de baño, en menaje del hogar, escaleras, objetos decorativos... El mármol -eternamente bello- es un clásico que jamás pasa de moda. Apostar por una piedra natural para tu casa es garantía de conseguir una gran dureza y cualidades aislantes, que pocos pueden igualar. Un material muy actual que durante años hemos considerado exclusivo de los hogares con más glamour, que se va haciendo camino también en algunos más modestos. ¿Tiene inconvenientes? El más destacado es su precio (no es un material asequible), pero combinado con otros más económicos, hará que cualquier rincón de tu casa tenga ese puntito exclusivo que tanto gusta. En el baño, por ejemplo. ¿Quieres que luzca moderno y con acabados de calidad sin dejarte mucho dinero? Te doy una idea: instala un bajo mueble de madera y coloca encima una encimera o un lavamanos de mármol. Quedará espectacular.
3. Una librería de obra
Una librería, o mueble a medida que hayas encargado en pladur o madera de DM, es una inversión para toda la vida. ¿Por qué? Porque si lo diseñas bien -con el tamaño, la profundidad y una distribución lógica y práctica- será una pieza diseñada para perdurar (aunque cambies muchas veces la decoración o pongas el piso en alquiler). Un mueble de este tipo nos da mucho margen para, partiendo de su base, modificarlo. Puedes ponerle estantes, cajones o baldas. También pintarlo, o te apetece, forrarlo con madera. ¿Y no saldrá muy caro? Como decimos a menudo: más valen pocos muebles y de calidad, que muchos y de dudosa durabilidad. Esta misma lección se puede aplicar a las cocinas de obra o cemento (rollo ibicenco) que cada vez se ven más, o cualquier otro mueble a medida. Quizás ahora no te lo planteas, pero si en un futuro decides vender o alquilar la casa, son cosas que suman valor, y que la harán destacar por encima de la competencia.
4. Puertas con mucha solera
Cambiar las puertas o la carpintería de casa no es algo que se haga todos los días. Es una pena gastar el dinero en una puerta económica que antes o después te puede dar problemas. Su estructura, los materiales y herrajes son factores que debes comentar con los profesionales, para comprar unas buenas puertas. Escoge las macizas en lugar de huecas (son más resistentes y aislantes del ruido y el calor), con exterior de MDF de calidad, chapa de madera natural y sin barnices tóxicos. ¿Y si las quiero lacadas, cómo sabré que son resistentes a arañazos y que se pueden limpiar con tranquilidad? Fíjate en la garantía, nos interesan las que duren más de 15 años. Tampoco te olvides del tema herrajes: acepta solo los que hayan superado pruebas homologadas. Una buena puerta puede envejecer dignamente en cualquier casa. O incluso restaurarse, con ayuda de un profesional, pasados muchos años.
5. Mosaicos hidráulicos y paredes de piedra
En multitud de proyectos de reforma, arquitectos e interioristas ponen el foco en encontrar vestigios del pasado. Elementos con un enorme potencial, muchas veces ocultos o deteriorados. Te hablo de vigas de madera, suelos hidráulicos, o paredes de piedra o ladrillo visto que se restauran, aportando textura, singularidad y mucha calidez al interior. Materiales que, como reza el título, son para siempre. Si tienes la suerte de contar con esta particular herencia, ¡aprovecha y deja que un profesional saque a relucir su mejor versión! Apostar por elementos de tanta solidez o resistencia, es siempre garantía de muchos años de disfrute.
¿Y tú, habías pensado antes en invertir en materiales o elementos que presumen de durar siempre? ¿Hay algo en casa de lo que te sientes muy orgulloso por estar como el primer día?
