1. Aprovechar la luz natural

Primera norma: la luz natural hay que aprovecharla y dejar que pase al dormitorio. Si estamos reformando o decorando la habitación de nuestros hijos, que ya comienzan a tener deberes y, por tanto, necesitan un rincón para concentrarse y estudiar, deja que la luz pase con naturalidad. Evidentemente, para los meses de mayor calor, será necesario tener unas cortinas, visillos o estores, pero trata de que estos solo quiten el exceso de sol y dejen pasar la luz. Es clave para el ánimo que una zona de estudios tenga bastante luz natural, ya que el rendimiento escolar será mejor.
2. Decorar con tonos suaves

Otra de las claves para que la concentración aumente en un rincón de estudios es apostar por colores suaves, cálidos y nada estridentes. Puedes optar por una combinación divertida y personal sin agobiar con el exceso de color. Sin duda, las tonalidades pastel o beige son los colores que más invitan al estudio. Lo que no quita para que añadas algún color divertido en pequeñas dosis. Recuerda que si el ambiente es agradable, querrán pasar más tiempo en él.
3. Una mesa de estudios funcional

El estilo depende de cada uno, pero sin duda para crear un rincón para estudiar es importante encontrar un espacio que sea funcional y donde los niños o jóvenes se sientan cómodos y muy a gusto. Olvídate de las videoconsolas o cualquier otro elemento que les pueda distraer (la tele o el iPad pueden estar en el salón) y apuesta por un entorno relajado, que no esté recargado y que invite a la concentración y al estudio. Nada estridente.
4. Para los que empiezan a estudiar

Aunque tu hijo aún no tenga muchos deberes, sí es importante que cuando comienzan a rozar los 6 años, ya les vayamos preparando una zona para que ellos puedan leer, pintar o hacer manualidades, con más autonomía. Es importante dar este paso transitorio antes de dar el definitivo, y que con 8 o 9 años se encierren en su habitación a estudiar. Si no han estado habituados a pasar tiempo anteriormente en este espacio, raramente lo harán con mayor edad.
5. Ponerlo todo a su alcance y en orden

Clave para cualquier dormitorio infantil: que tus hijos tengan todo a mano. Los juguetes, por supuesto, pero también los libros, los rotuladores, las tijeras, todo el material escolar que a tu hijo le haga falta para poder adquirir un hábito de estudio saludable. Con cada edad irá variando, pero es importante que todo esté bien organizado y en orden, para que los niños vayan asociando ese rincón con el lugar para estudiar y además les apetezca estar en él. Si en este espacio reina el caos, no querrán ni acercarse.