En este artículo
- Potencia la luz natural todo lo que puedas
- Utiliza menaje refrescante
- Apuesta por materiales muy fresquitos
- Una cocina en azul Mediterráneo
Potencia la luz natural todo lo que puedas
Puede que en invierno, tiendas a poner las cortinas o bajar el estor de las ventanas...pero en verano ¡abre esas ventanas y deja pasar la luz! Si tienes una cocina luminosa, ¡enhorabuena! Y si te molesta tanto sol, cambiar las cortinas porque visillos que solo retengan un poquito de luz, pero que el resto deje fluir por la cocina. Además de eso, apuesta por materiales como la madera, los azulejos en blanco y suelos de terrazo. Son tres elementos infalibles que harán que tu cocina tome un aire más fresco porque además estos materiales te aislarán un poco del calor en verano.
Utiliza menaje refrescante
Desayunar, comer y cenar en una vajilla más veraniega sin duda, te hará sentir que tu cocina tiene un toque más refrescante que en invierno. Así que no lo dudes, saca el manaje estival con colores verdes, amarillos, rosas, azules...y combínalo con unas bonitas flores en la mesa. Si tienes la suerte de disfrutar de terraza, encontrarás menaje de melamina en un montón de comercios, con estampados florales, geométricos y con una gran variedad de colores.
Apuesta por materiales muy fresquitos
Otra de las maneras de disfrutar de una cocina más refrescante es con los materiales que elijamos. Por ejemplo, las cocinas mediterráneas son muy cálidas y suelen combinar la madera en techos y vigas, la pintura blanca para potenciar la luz, y el mimbre en accesorios. Si deseas crear el mismo efecto en tu cocina, sustituye o incorpora detalles o accesorios de estos materiales, como en fruteros, lámparas o taburetes. Estos pequeños detalles te permitirán conseguir una cocina más refrescante y veraniega.
Una cocina en azul Mediterráneo
Si hay un color que nos permite trasladarnos al mar Mediterráneo es el azul. Una cocina que tenga este color como base o bien en pequeñas dosis, hará que te traslades por un momento a la casa de la playa y a esos paseos largos a las orillas del mar. El azul lo puedes incorporar en pequeñas dosis: en detalles como cuadros, menaje, una pared pintada, o en dosis más intensas como un suelo de resina azul o la propia encimera de la cocina. En definitiva, todos estos elementos contribuyen sin duda, a tener una cocina más refrescante.