Este proyecto de reforma de duplex se inicia con el deseo de los clientes de abrir un tabique para generar un pequeño despacho. Desde ese momento, se plantea una revisión entera de la distribución funcional de la vivienda, que bastante desordenada, tenía un buen margen de mejora.
Y como, por pequeñas que sean las cosas, siempre debemos buscar complejizar sus relaciones y evitar que los límites de cada función se encierren en si mismos, propusimos unir las dos habitaciones infantiles, antes una en cada planta y separarlas ahora por un tabique móvil. Agrupamos también la zona de cocina, comedor, salón y la zona de lectura hacia las inmejorables vistas de la vivienda, de modo que, siendo estrictamente cada una de ellas una zona pequeña, unidas se muestren amplias; dejando así, para la pequeña planta superior las zonas de uso exclusivo de los propietarios.
El proceso de materializar este nuevo orden de la vivienda se vuelve un interesante camino que se hace con la propietaria, especializada en mobiliario, que nos demanda un fondo limpio y neutro donde, poco a poco, acaben apareciendo las escasas tres o cuatro piezas con las que desea amueblar su vivienda.
Un entrañable proceso que todavía no ha acabado.
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