Cómo tener el lavabo perfecto

Es importante pensar en la utilidad que le daremos al lavabo y, por tanto, dónde vamos a guardar las cosas del día a día (cremas, maquillaje, maquinillas de afeitar...) así como las personas que van a utilizar el baño y el lavabo. Optar por líneas excesivamente limpias donde no hay espacio para el almacenaje de los productos de aseo puede complicarnos nuestro día a día, así que antes de elegir un lavabo respóndete a esta pregunta.

El aporte estético que ofrecen los lavabos volados o suspendidos en el aire es inigualable. Sin duda, aportan una mayor sensación de ligereza. Esta opción es muy buena en cuartos de baño donde no hay mucho espacio o en baños auxiliares, en los que hay que hacer malabares para que quepan todas las piezas. En ese caso, asegúrate de que el tamaño del lavabo, la altura a la que está colocado y el resto de accesorios son los más adecuados.

Cuando tenemos que elegir un lavabo para nuestro baño, también existe la posibilidad de elegir un lavabo cuya pileta está incrustada o hecha en la propia piedra. Esto suele ser común el lavabos que están hechos de materiales nobles como el mármol y el efecto que resulta es de gran elegancia. La limpieza de estas piezas únicas también es más sencilla que si fueran piezas independientes.

Otra opción a la hora de elegir un lavabo es decantarnos por una pieza independiente y además con un diseño moderno. En este caso, es importante poner la misma atención en la grifería para que esta vaya acorde con el lavabo. Y ponernos en manos de un profesional para que todo el sistema de tuberías y desagüe quede oculto. El resultado es un baño moderno y muy actual, sin ningún elemento superfluo a la vista. 

De nuevo, debemos hacernos esta pregunta: ¿quién va a usar el lavabo? ¿Coinciden esas personas a la hora de usarlo, por ejemplo, a primera hora de la mañana? Si la respuesta es sí y tienes suficiente espacio en el baño, quizá podrías plantearte un lavabo doble. Cada usuario tendría su propia pieza y así, si es frecuente que los dos coincidan en su uso, se acabarán los problemas.

Lo normal es instalar un lavabo a una altura de unos 85 centímetros. Digamos que esta es la altura estándar, pero todo depende de qué personas usarán este lavabo. Lógicamente, si el cuarto de baño es para los peques de la casa, es importante que bajes la altura del lavabo unos centímetros. Lo mismo ocurre si los usuarios son personas muy altas. Recuerda que si la altura del lavabo y la encimera no es la adecuada, resultará muy incómodo usar ese lavabo.

Es importante que el lavabo esté colocado en el mejor lugar posible del cuarto de baño, lo que significa que debemos tener en cuenta qué separación dejamos entre el lavabo y otros elementos para no chocarnos con ellos: ya sea la ducha, el bidé o cualquier otro mueble auxiliar. Lo ideal sería dejar una distancia de 80-90 centímetros pero a veces no es posible. Y en ese caso, nunca debemos dejar una distancia inferior a los 60 cms.